Con el mundo sobre lo hombros
y la vida colgada al cuello
corro a refugiarme entre tus mantas.
Por salvar un árbol
escribiré mis versos
sobre tu cuerpo.
Como el sol de invierno
nos deslizamos
por una brecha en el calendario.
Hace poesía aquel que siente, aquel que ama,
y no hay mayor desgracia
que no ser poeta.
Tras la puerta
gritos, discusiones,
chillidos y charlas,
las escucho,
pero no oigo palabras.
Carlos Rosado