sábado, 5 de enero de 2008


Más o menos... Manos


Las manos también se desgastan
de aferrarse a las barras del metro,
de dejar su huella allí donde se posan.
Mis manos son blancas cuando salto de la ducha,
y huelen a nuevo.
Al volver gotean un gris ciudad
que me gusta ver caer sobre el lavabo.

Las manos, plagadas de dedos.
Son refugios que suenan,
tejados multicolores.
Saben llover a gestos
y volar palomas en las sombras.

Pueden matar.

Hay sangre seca en la memoria de las uñas
y brota fresca y caliente cada día.
Escupen trabajos forzados manos de niño,
ampollas como granos de granada.
Tienen la piel de las serpientes
y son espejos del que las calza.

Las manos usan todas las lenguas
y sirven para fracasar en el intento de coger al vuelo una mariposa.
Saben desabrochar lo desacariciado
y aprenden a arrugarse con el agua y el tiempo.

Las manos se cierran en puños que golpean ideales.

Las tuyas,
las mías…

Las manos del mundo.
Carmen Madorrán Ayerra (Luna Roja)

2 comentarios:

Diego Carrizo dijo...

hola, es muy bonita, como siempre impresionante me ha gustado mucho la verdad. Me ha sorprendido ver una poesía tuya aquí después de tanto tiempo, además veo que este año no agregan muchas poesías ¿¿no??. un beso sigue así

Luna Roja dijo...

Gracias cielo, los que nos fuimos del Instituto seguimos formando parte del grupo y está bien que colguemos nuestras cosas. Pero sí, los de este año no mueven mucho el blog. Démosle vida!
Un abrazo fuerte, amigo mío