martes, 10 de abril de 2007

¡Adiós, Carmen!

¡Adiós, Carmen!
Digo "adiós" y ni siquiera dije "hola".
¡Adiós!, sin haberte saludado antes.
Casi te conocí ayer
y me doy cuenta de que no llegué a hacerlo.
Cuando quise decirte ¡hola!
ya te habías ido.
Dejaste atrás a tus familiares y amigos.
Los dejaste con el llanto cuando te ibas
y con una sonrisa a tu vuelta los encontrabas.
Toda tu vida dedicaste a los pobres,
dejando la tuya propia al margen.
Toda una vida preocupada por los demás.
Y cuando al fin te preocupas por ti,
una enfermedad te lleva.
No te conozco en persona,
pero al oir hablar de ti a tu sobrina,
mi gran amiga,
siento que te conozco más de lo que desearía.
Ya sólo me queda resignarme a escuchar hablar de ti,
pues tu voz se volverá a oír.
¡Adiós, Carmen!
Cuida ya de ti
y disfruta de tu gran ansiado encuentro con Dios.
Diego Carrizo

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se si es por el nombre, Carmen, o que me siento un poco identificada, pero me pone la carne de gallina.
Varias cosas: yo quitaría todas las exclamaciones pues lo he leído en voz alta y no me gusta como quedan sobretodo las de la primera y la segunda estrofa.
Suprimiría también "mi gran amiga" y añadiría un NO delante de "pues tu voz se volverá a oír".
Pero son solo indicaciones mías...Un saludo