Con el atrevimiento de la primera lágrima
y el despertador de los lunes
se han marchado.
Ahora el blanco es frío
y tirita desnudo tu cuarto.
Aquí dormitaron tus sueños, tus recuerdos,
todos esos detalles de colección.
Y a modo de museo,
estas paredes, ya sordas,
exponían desde los billetes de un viaje imaginario
hasta un calcetín olvidado,
pasando por miles de fotos y banderas rasgadas.
Solo. Lo has dejado solo
y al entrar en tu cuarto
veo solamente un espejo. ¡Qué paradoja!
¿Para qué un espejo donde no hay nadie?
Donde no hay nada que reflejar,
pues todo te lo llevaste.
Luna Roja
2 comentarios:
Hola Luna Roja:
De veras, tu poema es lo mejor que he leido hace mucho tiempo. Estoy impresionado. Es emocionante, tiene fuerza, belleza, sensibilidad. Eres un talento. Todo el poema es magnífico, pero el final es sencillamente prodigioso. No tengo palabras bastantes para expresar lo mucho que me ha impactado. Sin duda ninguna, eres una poeta con mayúsculas. Espero seguir leyendo poemas tuyos. Ya quisieran muchos poetas consagrados escribir la mitad de la cuarta parte de como lo haces tú. Enhorabuena. Enhorabuena. Genial.
Santi.
La verdad es que así da gusto...Muchas gracias por lo que dices pero no es para tanto, hace poco que escribo poesía y tengo mucho que aprender. El soneto que leíste en clase fue el segundo o tercer poema de mi vida. De nuevo gracias,
Carmen.
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